fbpx

El solitario chino y su historia a través del tiempo

El solitario chino y su historia a través del tiempo

El solitario chino es un juego didáctico y enigmático creado para la distracción de una sola persona, cabía exactamente en la palma de la mano y se podía guardar en el bolsillo del pantalón.

Al abrirlo se encontraba el tablero agujereado en forma de cruz, con los peones que se movían saltando. Era apasionante para los jugadores buscar la solución. Aunque tenía un nombre curioso, casi desaparecido, pero que aún perdura en algunas patentes comerciales españolas.

Los orígenes del Solitario no se le conocen con certeza. Las reglas son tan simples que se jugaban de hecho, aunque no esté registrado, en tiempos muy antiguos. Sin embargo no fue conocido en Francia hasta el siglo XVI. Un francés que exploraba entonces América señala la manera en que los indios clavaban sus flechas en los agujeros de una tablilla ahuecada simétricamente; a partir de ahí inventa las reglas del juego.


La mayoría de los expertos , en cambio, opinan que el “Solitario”, parece haber sido inventado en Francia durante el siglo XVII por un noble encarcelado en régimen de aislamiento riguroso en La Bastille.

De ahí pasó a Alemania e Inglaterra donde se popularizó muchísimo en la época victoriana, modificándose además en la variante inglesa de 33 agujeros, más conocida hoy que la original de 37.

Un juego necesita siempre una manera de anotar las jugadas que se realizan. Repetir las jugadas una vez que el juego ha terminado es esencial no sólo para retener la solución conseguida, sino también para analizar cualquier movimiento realizado.

Los distintos estudiosos de este juego han utilizado dos tipos: una notación numérica y otra cartesiana. La numérica es muy simple. Cada casilla toma un número en una secuencia ordenada. De 1 a 33 en el tablero inglés, de 1 a 37 en el tablero francés. De izquierda a derecha y de arriba a abajo o en sentido contrario. A veces se usan letras en lugar de números. Tiene el inconveniente de ser difícil de recordar la posición de cada casilla por su numeración y que es diferente el número que corresponde a cada casilla según el tablero sea inglés o francés.

La notación cartesiana da un par de números a cada casilla, según un eje horizontal y otro vertical, de izquierda derecha y de abajo hacia arriba, como en un diagrama cartesiano. Así cada casilla tiene siempre la misma numeración sin importar si el tablero es inglés o francés.

Ante lo ya expuesto, es necesario conocer que el juego del Solitario no se agota en lo ya explicado. Como en cualquier otro juego pueden idearse algunas variantes.
Estas se obtienen cuando se introducen modificaciones en la forma del tablero, en la disposición de las fichas sobre el mismo, en el objetivo a conseguir o en las reglas del juego.

Esto se lleva a cabo según el tablero en que se juegue ya que existen muchas diversas formas y reglas de utilizarlos, por ejemplo tenemos el tablero francés, con 37 agujeros y tablero inglés, con 33 agujeros.

Una vez trabajada abundantemente la versión clásica del Solitario, se puede enriquecer utilizando cualquiera de las variantes anteriores. Un juego que parecía haber terminado al encontrar la solución resulta que ahora cobra nueva vida y se convierte en un reto mucho más excitante.

Share

WhatsApp chat