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El origen del Horóscopo Chino y cómo influye en el día a día

El origen del Horóscopo Chino y cómo influye en el día a día

Con respecto a los mitos y orígenes que encierra el horóscopo chino todo se trata de diferentes hipótesis, las cuales van dirigidas a una sola vertiente que está implicada con animales, se cree que el Emperador Jade organizó una carrera de animales para decidir cuales entrarían en el zodiaco.

Cada vez son más y más las personas que se encuentran atraídas por esta mitología zodiacal y que creen firmemente en lo que mediante los animales que componen el horóscopo chino pueda influir en sus vidas, así como elementos diarios.

Una de las leyendas más populares, de forma resumida, dice que el Emperador Jade organizó una carrera de animales para decidir cuales entrarían en el zodiaco.

El calendario chino está compuesto por ciclos de 12 años, cada uno de ellos representado por un animal. La ancestral leyenda del emperador Jade explica por qué se escogió a esos 12 animales en concreto, así como las razones que justifican el orden correspondiente a cada uno de ellos.

Los animales debían cruzar el río y se les otorgaría un año según su orden de llegada. En aquellos tiempos, la rata y el gato eran muy buenos amigos. Pero, aunque eran muy inteligentes, también eran los peores nadadores del reino animal. Así que decidieron que la mejor forma y la más rápida para cruzar el río era hacerlo sobre la espalda de un búfalo.

El búfalo, animal noble y bondadoso, estuvo de acuerdo en cargarlos a través del río. Sin embargo, al haber un premio de por medio, la rata decidió que para ganar debía hacer algo y, entonces, lanzó al gato al agua.

Desde entonces el gato se convirtió en enemigo natural del ratón y del agua. Después de esto, la rata llegó a la orilla y reclamó el primer lugar en la carrera, seguida de cerca por el fuerte búfalo, que fue nombrado segundo animal del zodíaco.

El cuarto puesto del zodíaco es para el conejo, quien gracias a su capacidad para saltar pudo brincar de una orilla a otra, aunque también explicó al emperador que hubiera caído al río de no haber sido por un pedazo de tronco que flotaba en el agua.

Posteriormente apareció volando el dragón, que contó al emperador que no pudo llegar primero porque debió detenerse para crear lluvia, con el fin de ayudar a la gente y a las criaturas de la tierra.

Además, en la recta final se había topado con un conejo aferrándose a un tronco, al que ayudó dándole un empujón con su aliento para que éste pudiera llegar a la orilla. El emperador, sorprendido por su amabilidad, le otorgó el quinto lugar del zodíaco.

Poco después se escuchó el galope de un caballo, pero una serpiente lo asustó y lo hizo caer. Por tanto, la serpiente ocupó finalmente el sexto lugar mientras que el caballo se hizo con el séptimo puesto.

A poca distancia se encontraban la cabra, el mono y el gallo, que se acercaban a la orilla del río. Las tres criaturas se ayudaron entre sí para cruzarlo: el gallo construyó una balsa de madera para los tres, mientras que la cabra y el mono despejaron la maleza y así, remando y remando, consiguieron llegar hasta la orilla.

El emperador, muy complacido por el trabajo en equipo de los animales, nombró a la cabra, octavo animal, mientras que al mono y al gallo les otorgó los puestos noveno y décimo respectivamente.

Aunque el perro debería haber obtenido un buen puesto por tratarse del mejor nadador de todos los animales, se retrasó porque necesitaba un baño después de la larga carrera, y al ver el agua fresca del río no puedo resistirse. Así que le fue asignado el puesto número once.

Justo cuando el emperador iba a dar por cerrada la carrera escuchó el gruñido de un pequeño cerdo que había comenzado la carrera estando muy hambriento, por lo que al poco de empezar se dio un banquete y se echó una siesta. Cuando despertó, continuó con la carrera y llegó justo para ser nombrado el animal número doce del zodíaco.

 

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