Como se ha venido tratando hace un tiempo atrás China y Estados Unidos se encuentran actualmente en un conflicto comercial por la disputa de los aranceles que debe cancelar cada país, esto viene dado ya que cada nación quiere ser una referencia para el mundo y ambos disputan el primer puesto.
Casi todos los productos que se importan de China a EE.UU. gran parte de ellos son tecnológicos y debido a los aranceles puestos serán más caros para las empresas y consumidores estadounidenses. El aumento de los gravámenes provocó la inquietud de los inversores y el desplome de los mercados internacionales.
Expertos consideran que la guerra entre ambas economías va más allá de los aranceles, ya que estos impuestos están actualmente haciendo que diferentes empresas de gran envergadura como Apple están siendo perjudicadas de muchas maneras.
Apple logró convencer a Trump para dejar algunas áreas que realmente le perjudicarían libres de aranceles, pero a medida que la guerra se intensifica el presidente parece estar agregando cada vez más restricciones.
De acuerdo, con lo antes mencionado la compañía de la manzana estaría “sufriendo fluctuaciones monetarias y también una ola de patriotismo”, porque los consumidores chinos ahora prefieren comprar teléfonos y productos de firmas nacionales como Huawei, haciendo que la moneda este a su favor en este caso.
El gobierno de China señaló que las negociaciones con Estados Unidos se mantienen cercanas para intentar culminar con la guerra comercial, motivo por el que ambas naciones registraron tensiones en los últimos días, después de que el Congreso de Estados Unidos votara para denunciar la política del gobierno central en Hong Kong.
“Los equipos negociadores siguen en estrecho contacto”, declaró ante la prensa el portavoz del Ministerio chino de Comercio, Gao Feng. En ese sentido, afirmó que “para que ambas partes lleguen a un acuerdo preliminar, deben bajarse los aranceles, en consecuencia”.
Vale destacar, que esta guerra comercial, se desencadeno cuando en marzo de 2018, después de que el presidente Trump anunciase la intención de imponer aranceles de 50 000 millones de dólares a los productos chinos bajo el artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974, argumentando un historial de «prácticas desleales de comercio» y el robo de propiedad intelectual.
En respuesta ante los anuncios antes referidos, el gobierno de la República Popular China impuso aranceles a más de 128 productos estadounidenses, incluyendo en particular la soja, una de las principales exportaciones de Estados Unidos a China.
Expertos indican que a pesar de que en algunas ocasiones el presidente estadounidense, Donald Trump, se ha mostrado reacio a asumir un acuerdo comercial parcial o limitado, las conversaciones actuales apuntan a que podría ser una solución en la búsqueda de un acuerdo más amplio en el futuro.
Representantes de ambos países han mencionado en reiteradas oportunidades que China y Estados Unidos habían acordado reducir recíprocamente los aranceles que ya se aplicaban si se llegaba a un acuerdo en la “primera fase”, pero la idea ha sido criticada por algunos sectores de la administración del presidente estadounidense Donald Trump.
